martes, 27 de agosto de 2024

Me acabo de cortar el pelo. He estado en un tris de preguntarle al peluquero si tenía muchas canas (eso, mientras veía caer finos hilillos blancos). Me he contenido. No os parece que la detención, sea del pensamiento o del verbo, es una estupenda maniobra de supervivencia? El "verbus interruptus" abre bifurcaciones momentáneas por las que me puedo colar si soy lo bastante ágil, mentalmente, y escapar de la quema. Siempre estamos a punto de la quema, verdad? Por lo tanto, mis silencios jalonan la via regia de la supervivencia. Es una cuestión meramente estadística. A menos emisiones verbales, más cortinas de humo se elevan hacia el mundo y, detrás de ellas, simular no parece una mala acción, pues todo va de suyo. Ser bueno o parecerlo? Yo creo que viene a ser lo mismo pues depende de lo parapetado que esté el "yo", la conciencia que observa. Es cuestión de grados de retrancamiento de la conciencia. Para mi, que soy transparente, una virtualidad de la ingenuidad que me caracteriza, parecer y ser son simplemente lo mismo. Sí, ya puedo sobrevivir, en el reino de la elegancia errante, por la calle, un par de meses más con mi rutilante corte de pelo.

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