domingo, 10 de julio de 2016

Hoy es san Tander, que era banquero y usurero en una época en que no había otros medios de pago que cargar todo el oro y la plata sobre sí. Las recuas de mulas avanzaban lentamente con su pesada carga cuando san Tander emprendía sus viajes de negocios. Un día arribó a una bahía en el norte de España que le complugo hasta el punto de querer fundar allí una ciudad. Dejó una parte del oro depositada al efecto a cargo de unos colonos y llamó a la ciudad, pues era vanidoso, Santander. El santo la vio crecer majestuosa y poderosa blandiendo sus doblones...Pronto del santo se esfumó todo recuerdo y quedó su cuerpo en negativo que era aquella ciudad. Son muchos los que se acercan como comulgantes para comer y beber de ella.

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