Con el nuevo "orden económico" imperante, ya no sabemos si las crisis
económicas son una cura de caballo para las calenturas de los mercados o
bien si los periodos de bonanza son una cura de caballo para las
calenturas del mercado de trabajo (a tanto como se cotiza la "carne"
laboral).
Que no parezca haber receta alternativa salvo los golpes
de martillo que preconizan los comunistas, dice bien a las claras que
los chefs no dominan los resortes de la "cocina" económica (salvo el
barato recurso de añadir más leña al fuego).
En cualquier caso, evidentemente, la salud del enfermo a pesar suyo, que somos todos, no es lo primero.
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