domingo, 9 de junio de 2019

Prelación es un término que puede utilizarse para la ordenación de las fuentes de una investigación historiográfica o, por ejemplo, en la prelación de los canónigos en el Coro de una Catedral. 
Pero ninguna otra hay en España, a estos efectos, como la de Barcelona, pues el Coro catedralicio fue sede en 1519 del Capítulo de la Orden del Toisón de Oro, cuyo canciller era el emperador Carlos, y que reunió a cuatro reyes y 44 caballeros más. 
La prelación nobiliario-genealógica se hizo con gran rigor como dan fe los escudos de cada uno de los caballeros asistentes, pintados sobre el respaldo de cada cátedra del Coro.
Dice mucho del espíritu caballeresco haber reunido en paz y armonía por unas semanas a Francisco I de Francia, enemigo acérrimo a la sazón del emperador, Enrique VIII de Inglaterra, cuyas similitudes con Trump parecen no tan lejanas, y otros 46 caballeros, dos de ellos también reyes, cada uno de su Casa y de su Hacienda.

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