lunes, 19 de agosto de 2019

Un refugio nuclear es uno de los florones más grandes del egoísmo de sus propietarios. Salvo si estamos en Suiza, donde, al parecer, todo el mundo tiene acceso a uno. En este caso el egoísmo se amplía a todo un país. (¿Te imaginas un mundo post-atómico poblado solo de suizos? Es un escenario bastante apocalíptico).

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