martes, 6 de agosto de 2019

A cuenta del post de hoy de Claudio Fabián paso a hacer algunas glosas. Valorar a una persona próxima es como abrir una ventana para entrar en su intimidad. Valorar es querer con argumentos, aunque estos no estén explicitados, pero podrían estarlo dado el caso. 
El valor de una persona viene implícito en su aprecio, en su trato y en la forma en que comparte nuestra vida. Valorar es tasar, y tasar bien es dar la importancia precisa a lo que la tiene. 
El peso de esa persona es lo que hace equilibrar la balanza afectiva, así que uno mismo debe pesar lo suficiente en el otro platillo para que no se descompense. Tanto vales, tanto valgo, es el axioma del buen afecto.

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