domingo, 11 de agosto de 2019

La avellana de Tarragona, producto ilustre de la región, cotizaba en la Lonja de Reus y durante el siglo XIX se acuñó la expresión "París, Londres y Reus", para aludir a los centros neurálgicos mundiales donde se gestaban los precios del producto. 
Reus, la ciudad de los vientos, también es famosa por su hijo más ilustre, el general Prim, factótum de la política española del XIX y espadón notorio. Prim murió asesinado en un atentado en Madrid y, al menos hasta hace muy poco,se conservaba su momia en una cámara frigorífica de la ciudad catalana. ¿Sentiría nostalgia el general paseando por el callejón del Gato y comería en un cucurucho algunas avellanas de su tierra?
No consta que interviniera en la fijación de los precios, pero el poder todo lo puede, dentro de sus límites y quizá hizo planes durante el asedio de Sebastopol, en la guerra de Crimea, para inundar los bolsillos de los combatientes aliados con avellanas de Reus.

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