Acompasar el corazón - cuyo latido es marca clara de futuro - con la cabeza - siempre soñando pues en el sueño, sin contacto con el exterior, somos más nosotros mismos -, podría acarrear complicaciones cerebro-vasculares a poco que nos alejásemos de nuestro centro - el centro: si somos, somos hombres que van hacia adelante con sueños en la cabeza -. Así, transitamos peligrosamente, pero, ¿qué otra cosa nos propone la vida?
No hay comentarios:
Publicar un comentario