domingo, 26 de octubre de 2014
Recombinatoria: Los juegos siempre traen consigo un peso por descargar,
la pena por acabar. Es como el gran juego de Dios con el tiempo; juega
con una vía de entrada, por la que se suceden los acontecimientos y un
sumidero de la Historia en donde reposan todos los hechos que ya
acontecieron. Si Dios se cansara de jugar, si tuviera una pena que
descargar, entonces anegaría el devenir del tiempo creando un circuito
cerrado o tiempo circular que recombinaría todos los hechos que se
hubieran producido y los que ya no se tendrían que producir pues el
comienzo y el final estarían imbricados. Si los humanos nos diéramos
cuenta de la añagaza, sólo cabría una respuesta, dejar de jugar. Este
sería mi final del mundo soñado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario