El recorrido del tracto digestivo sirve para
absorber nutrientes y excretar impurezas, pero también puede servir para
calumniar al pan y a la carne que pasan a convertirse en otros
compuestos, mientras nosotros, orondos, como quien no quiere la cosa,
nos echamos la siesta. Nos maldicen silenciosamente los alimentos
mientras son reconvertidos y cuando no queda rastro de su origen,
exhalamos un tenue suspiro de satisfacción por el daño causado. Malas
bestias...
No hay comentarios:
Publicar un comentario