domingo, 9 de septiembre de 2018

Adelina, Asistida, se convierten facilmente en seguridades de la memoria para acaparar nombres poco habituales de mujer...eso si, roban espacio y son como cookies que tienen que borrarse regularmente, con el peligro de dejar en blanco a mas de uno. Y las tildes que desaparecen misteriosamente, nos haran pensar en trampas del escribidor? O seran signos del lenguaje que, esperemoslo, perduren en la memoria?

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