sábado, 1 de febrero de 2020

¿Y si el fusible psicológico del estudio memorístico fuese la promesa que le hiciéramos a la materia estudiada de que la haríamos revivir en un entorno y un momento insospechados para ella? ¿No sería una forma indirecta de declararnos amor hacia nosotros mismos? Sería un modo de redimir muchas adolescencias estudiosas...

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