miércoles, 18 de julio de 2018

Advertencia: Hace tanto que no tenemos guerra en Occidente que en lo que sigue bien podemos perder el ritmo (¿poético?) de la frase. Quién avisa no es traidor (y menos si va armado de metrónomo).

Las guerras se suelen firmar con seudónimo, en el que solemos reconocernos todos salvo los locos y otros orates a los que no hacemos mucho caso cuando proclaman su solitaria autoría. En cambio en la paz armamos de forma anónima metrónomos sumergibles para que la sopa se mueva rítmicamente con el cazo de las mujeres, vedettes de la postguerra.

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