martes, 2 de abril de 2019

No se puede dejar de vivir porque uno nunca acaba de decidir con qué muerte se queda.
No se puede dejar de morir, porque eso mismo, la vida es una perenne historia de pérdida y encuentro, pero el balance es siempre pérdida (o a crédito).
Mejor no hacer balance nunca, nunca. Y vivir, sin cortar por lo sano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario