jueves, 11 de abril de 2019

Un monje benedictino ugandés da clases particulares de matemáticas (derivadas, integrales, cálculo diferencial...) a miembros del Gobierno de aquel país. De resultas de sus clases, los ministros trabajan a tiempo parcial como ingenieros hidráulicos para diseñar los cálculos de la mayor presa de la nación. Ahorrando así sustanciosos emolumentos de asesores extranjeros. El monje ha sido condecorado con la Orden del Corredor (de fondo) de Oro. Y el Gobierno ugandés ha sido subcontratado en Malawi (capital, Lilongwé) y Alto Volta, con voltajes espectaculares de las caídas de agua allí erigidas y que han desalojado un volumen equivalente a dos Gobiernos a la fuga. Ahora, cómo se les ocurrió tomar clases de matemáticas, este es uno de los misterios de la insondable Africa.

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