sábado, 27 de julio de 2019

"Hay que transitar por Dios, no por nuestra vida", susurran los místicos. Unos monjes más bien mundanos, los benedictinos, por ejemplo, dirían, "Que Dios transite por nuestras vidas". El científico pre-ilustrado, "En la geometría de nuestra vida conoceremos los designios de Dios". Y el hombre de nuestro tiempo, "Cómo está el tránsito, por Dios!". El post-cristianismo imperante en muchos segmentos, principio de los cinco siglos de ateísmo profetizados por Nietzsche, cuando analiza, mira a Dios sin verlo.

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