Una regla es la prescripción de una acción, o de una inacción. Nuestro mundo está formado, en cierta forma de verlo, por el conjunto de nuestras acciones. Dada la tendencia natural a la abstracción, de las respuestas a acciones ajenas o propias generamos intuitivamente nuevas reglas. Es posible que casi todas nuestras acciones estén regladas. 
Generalmente las reglas nos las inculcan otros, muchas veces no para beneficio suyo sino de terceros o de nosotros mismos. En realidad vivimos en una estructura cerrada sobre sí misma (en red) en lo que a las reglas se refiere. Así, otros terceros prescribirán para nuestra conveniencia o su conveniencia y así sucesivamente.
Para nuestra conveniencia o bien para nuestro desafuero, pues en sociedad, las reglas no siempre son, aparentemente, beneficiosas para quien las padece. Lo que está claro es que nuestro mundo humano es un mundo reglado en el que no puede no haber reglas.
Así, quien se rebela, está creando implícita o explícitamente nuevas reglas. Incluso es posible que sepamos quienes somos gracias a las reglas.